Sampling - Collage
Una parte muy relevante de la creación visual hoy en día, se identifica cada vez más con el montaje, la combinación y la transformación de imágenes raptadas. Vivimos inmersos en un mundo de y con imágenes. Caracterizadas por poder disponer de ellas, de ahí que podemos cortar y pegar, mezclar, fusionar, derivar, filtrar, alterar, reelaborar material visual disponible. Es como crear un lenguaje sobre lenguajes ya creados. Sampling, remix o mashup son términos cotidianos. Hoy, aquellas derivas de Joseph Cornell en los años cuarenta por librerías, viejas tiendas, almacenes, casas de subastas, edificios abandonados y montones de basura buscando fotos, grabados, viejas películas o cartas que acabarían depositados en sus cajas-collage son sustituidas ahora por un tránsito digital, por una navegación online, a través de blogs y repositorios colectivos de fotografía y vídeo, generando nuevos contenedores de millones de fragmentos de vida cotidiana. Esas imágenes buscadas o encontradas son instantes vivos compartidos, no son signos del olvido o la desaparición. Al traerlos al hoy, son muestras de la intensidad de una vida.
Por otra parte, aquellas cajas de Joseph Cornell, donde restos de la memoria histórica reaparecían insertados en un espacio de reconstrucción personal, se transmutan ahora en otros espacios o planos de composición digitales, que establecen otra dimensión completamente distinta del principio collage. Pues no olvidemos que lo que distingue más claramente la estrategia del «sampling» digital de cualquier otra vía del «cortar y pegar» es, precisamente, esa maleabilidad a la que se someten los elementos apropiados que integran la mezcla, transformables en cualquiera de sus dimensiones visuales o temporales.
Los conceptos operativos de la estética «sampler» no son, el signo, el significante, el significado y la connotación, sino la apropiación, la repetición, animados siempre por el placer que emana de la manipulación de lo usado. Se utilizan imágenes encontradas a las que se somete a configuraciones y nuevas estructuras y adaptaciones; hacer «sampling» consiste siempre en efectuar movimientos seriales de superposiciones y variaciones entre los elementos apropiados, creando nuevas connotaciones. El resultado de ese proceso es, ante todo, la expresión de una forma de navegación o deambulación indagativa por un mar de imágenes disponibles.
Es posible, como señala Prada*, que la estética basada en estrategias de «sampling» tenga mucho de práctica de resistencia cultural. La razón: aquí el artista se sitúa, ante todo, en el papel de un receptor, de un consumidor de imágenes. Alguien que, digerirá de formas inesperadas lo que se le ofrece, generando nuevas sendas en la producción de sentido a través de reconfiguraciones y recombinaciones diversas de los objetos, imágenes y demás signos de la cultura.
En esta práctica creadora la «obra» es la expresión de un tránsito por un universo de datos visuales y de referencias que el artista se opone a consumir pasiva y complacientemente, prefiriendo recrear y transformar esos elementos, reconfigurando sus relaciones de dependencia y de oposición de otro modo, mostrándonos formas distintas y posibles de «metabolizar» los elementos que constituyen el imaginario visual de nuestra cultura.
NOTAS:
Fotografía – Collage UNTITLED 2014 W. Strempler Tumblr
Extraído del texto de Juan Martín Prada: http://www.juanmartinprada.net/