Coleccionar objetos?

Esto le ocurría a Joseph Cornell, no debería ser considerado estrictamente como pintor, o director de cine, sino que, la palabra que resume toda su vida y su obra es coleccionista. Es conocido como uno de los máximos representantes del ensamblaje, es decir sus obras más destacadas son su famosas cajas. Estas cajas consistían en marcos de madera que dentro atesoraban objetos, fotografías, recortes de revistas, … En resumen, elementos de diferentes lugares, estilos y épocas que al ser colocados juntos formaban un todo unitario tanto estético como de significado.
Parece ser que era un hombre muy solitario que había heredado de sus padres el gusto por las antigüedades, la música el teatro, así que se pasaba largas horas paseando por las ciudades acudiendo a tiendas de segunda mano, mercados de antigüedades y allí compraba objetos que luego utilizaba para sus fines artísticos. Durante la década de 1920, Joseph Cornell se dedicó a pasear por las calles de la ciudad observando sus vistas, los sonidos, los olores, … Paseos fundamentales para su posterior producción artística y su pasión por coleccionar. Se dedicaba a visitar librerías, tiendas de segunda mano o mercados de antigüedades, donde iba recogiendo libros, postales, grabados,… En esta época comienza a interesarse por la cultura y las artes: asistía al teatro, al cine, a la ópera, visitaba galerías y museos.
Por un lado Cornell se dedicaba al cuidado de su familia, de alguna manera se encerraba en su mundo para crear y el tiempo limitado con el que contaba fuera de casa, lo dedicaba a buscar objetos para sus obras. Además, sus constantes visitas a Julien Levy Gallery lo ponen en contacto con artistas surrealistas europeos que llegan a Nueva York escapando de La Segunda Guerra Mundial. Es justo en este momento cuando comienza a crear sus primeras obras: collages y obras tridimensionales. En el año 1932 expone individualmente en la misma galería The Objects of Joseph Cornell con obras influenciadas por los artistas Max Ernst y Marcel Duchamp.